a
una altura discreta - entre los 180 y los 250 Km. (para no llegar al peligrosos
cinturón radiactivo inferior de van Allen)- cruzó primero una parte
de Siberia, después toda la anchura del Océano Pacifico, pasó
entre el cabo
de Hornos y la Antártida, y una vez salvado el Atlántico penetro
por el Congo en cielo Africano. Este era el momento previsto para iniciar los
preparativos del descenso. La cápsula se separó del cohete portador
(que siguió luego en órbita) mientras aquella, con Gagarin dentro,
dio una vuelta de campana a fin de asegurar un buen aterrizaje. En seguida comenzaron
a funcionar los frenos y el Vostok perdió rápidamente altura. El
cosmonauta dejo el cielo Africano al pasar sobre Alejandría y una vez cruzado
el mediterráneo oriental, Anatolia, el Mar Negro y el de Azov, aterrizo
finalmente, sano y salvo, en Saratov, a unos 740 Km. al Este de Moscú.